Tripofobia: Cómo entender y tratar fobias a los agujeros

¡Hola amigos/as! Nota: Lo primero es decirte que puedes leer el artículo con toda tranquilidad, no existe ninguna imagen en el mismo, así que navega con toda confianza. En el caso de hoy vamos a tratar fobias comunes, es bastante frecuente la llamada Tripofobia (o triptofobia en algunas ocasiones). Pero si buscáis información os recomiendo que os centréis en la palabra tripofobia en lugar de utilizar en la busqueda triptofobia ya que os saldrán bastantes más resultados. Pero os adelanto que no vais a encontrar mucho en Español. Por eso vamos a intentar hacer un pequeño resumen sobre en qué consiste exactamente esa fobia, y algunos consejos sobre cómo plantear su trato.

¿Qué es la tripofobia y porqué existe la fobia a los agujeros?

Si bien aunque es un miedo muy extendido y más frecuente de lo que pueda pensarse, no ha sido hasta el año 2005 cuando se ha empezado a utilizar la palabra tripofobia (o triptofobia) para referirse al miedo a los agujeros y las formas geométricas creadas a partir de la unión de agujeros y espacios vacíos. Esta fobia a agujeros no tiene porqué tener una forma concreta para causar la repulsión que lo caracteriza, puede ir desde la forma de una planta como un girasol de cerca, pasando por un panel de abejas o una serie de heridas relativamente profundas.

Como siempre, el nivel de reacción a esta fobia depende de la persona, en algunas personas existe un auténtico pánico, escalofríos o directamente ataques de pánico. He de admitir que personalmente también me afecta, de una forma muy débil, eso sí. Pero existen ciertas formas o imágenes reales o falsas que despiertan en mi esa parte instintiva que provoca la tripofobia. De hecho pasé varias imágenes a conocidos (previo aviso) y a alguno también le resultaban desagradables e incómodas. A otro amigo en cambio, no le resultaba nada del otro mundo. Cuestión personal de cada uno como veis, la fobia a los hoyos depende de cada persona. Por otro lado, la fobia a los agujeros en el cuerpo y en la piel.

Este miedo a los agujeros o los dibujos repetidos y cerca de los orificios tienen un motivo. A diferencia de otro tipo de fobias como puede ser la agorafobia por nombrar un ejemplo, la tripofobia puede presentarse a cualquier persona sin que exista un motivo en su pasado que le provoque un trauma y con ello se genere el inicio de una fobia.

Un estudio sobre el miedo a los agujeros

En el caso de este miedo o terror a los agujeros el origen, si bien no está claro y existen artículos ingleses analizando el tema del año 2013 (para que os hagáis una idea de que es considerablemente reciente), la tripofobia o triptofobia podría tener su origen de acuerdo al artículo mencionado que os dejamos aquí para quien quiera mas datos en inglés (es algo técnico, dicho queda), el origen de este trastorno molesto e incómodo podría estar arraigado en nuestros genes como un recuerdo instintivo para alejarnos de aquello que pueda dañarnos.

De acuerdo con Geoff Cole, un investigador y uno de los autores del artículo que os enlazamos en inglés más arriba, el motivo según sus hipótesis está en que los patrones visuales que causan la tripofobia tienen por lo general bastante en común con las manchas que tienen en la piel los animales venenosos. Si lo piensas detenidamente, muchos de estos animales tienen marcas muy visibles y vistosas en su cuerpo, las ranas con colores brillantes y patrones geométricos en sus manchas, las setas venenosas, una cobra en su cuerpo, una serpiente de coral… todos esos animales tienen en común, entre otras cosas, que son venenosos, tienen patrones de agujeros o manchas que pueden tener inconscientemente cierta similitud con agujeros, y que pueden matarte rápidamente sino te alejas de ellos.

Es normal entonces que evolutivamente esta fobia o miedo siga en nuestros genes ya que aquellos individuos que la tenían, era más probable que sobrevivieran con éxito ya que se exponían a menos riesgos ante estas criaturas. Lo que hizo que con el paso de las generaciones, esa fobia a los agujeros se convirtiera en una ventaja evolutiva. Desagradable para quien la tiene, sí, pero eficaz. Y al fin y al cabo en la naturaleza lo que importaba era el resultado. Mantenerte a salvo.

Es más, si vives en Australia no descartes que este miedo pueda salvarte alguna vez, allí todo está diseñado para matarte con toda la fauna venenosa que existe (en serio, Australia da mucho miedo si te pones a conocer su fauna venenosa).

Para finalizar el estudio, decir que cerca del 20% de los participantes tuvieron algún nivel de tripofobia en lo que respecta a los agujeros y sus formas geométricas. Así que como ves, es bastante probable que a poco que hables con tus conocidos, verás que alguien más la padece.

Grados de miedo ante las causas de la tripofobia

Esto es lo que difiere de persona a persona, si bien existe gente que es completamente indiferente ante este tipo de imágenes, a otras personas en cambio les afecta considerablemente. Si seguimos la corriente de pensamiento del estudio, se podría achacar a un componente genético que les predispone a ser más susceptibles en este tipo de situaciones. Esto va desde las náuseas, que resulte simplemente desagradable de ver, pero tolerable, hasta un completo asco y generación de ansiedad dentro del individuo.

Cómo curar una fobia a agujeros o la triptofobia

Como siempre me gusta hacer, si tu caso es muy intenso, te limita, dificulta y empeora tu calidad de vida, entonces lo mejor es que contactes con un especialista en fobias que te ayude en tu zona, su trato será mucho más eficaz (en algún momento me gustaría ofreceros alguna herramienta o material que os pueda ayudar, si esto sucede lo pondré en la web y en el facebook para que lo sepáis). En este caso no conozco ningún especialista que esté enfocado sólo al tratamiento y la cura de fobias como la tripofobia ya que por lo general, los casos de fobias para tratar y curar, la agorafobia o claustrofobia son los casos más usuales.

Si por el contrario la tripofobia es molesta, pero no te limita en el sentido de que puedes tolerar verlo, aunque te resulte muy desagradable, yo propondría una exposición gradual a la misma. Es decir, ver imágenes que te causen esa sensación, pero no demasiado. Esto depende de cada persona pero puedes probar lo siguiente para irte exponiendo gradualmente si te resulta muy traumático (lo digo pensando también en nuestra amiga que quería que hablaremos sobre ello). En los casos de baja intensidad, el comportamiento tripofobico puede estar bajo control y llevar una vida completamente normal.

Formas de enfrentar paulatinamente la tripofobia o triptofobia

  • Pídele a alguien de confianza que busque imágenes para ti con este objetivo en mente.
    • Primero que sean imágenes en las que aquello que la cause como una piel de serpiente mudada, el exoesqueleto mudado de una araña vacío, o la flor de loto son válidos.
    • Que sean fotos lejanas en las que ese objeto se vea desde lejos, de forma que no aprecies demasiado sus detalles y te genere menor ansiedad.
  • Gradualmente que busque por ti fotos de un tamaño mayor y más detalladas. Es importante que las busque alguien, ya que si lo haces tú es muy probable que lo que encuentres sean fotos diseñadas a propósito para impactar, cosa que es justo lo contrario a lo que quieres.
  • Entiende la tripofobia. Busca información sobre aquello que te causa náuseas, si por ejemplo las semillas de la flor de loto te causan triptofobia, puedes buscar datos sobre porqué tiene esa forma y cual es su función. Posiblemente te seguirá siendo incómoda, pero parte del miedo surge por inconscientemente considerar que es peligroso para ti ya que no se sabe lo que puede haber dentro del agujero.

Ese sería el método que usaría, quizá pudiendo sustituir las imágenes por vídeos eventualmente. Eso sí, recuerda que en internet vas a encontrar muchas imágenes que NO SON REALES y están diseñadas para CAUSAR TRIPOFOBIA. Así que ten eso presente al navegar, y no dejes que te traumaticen y desistas de este intento. Tómalo con calma y paciencia, no será en un día.

Consejo extra: Si hasta las imágenes más suaves te resultan sumamente desagradables, empieza mirándote al espejo los ojos. Al fin y al cabo sigue siendo un agujero con un patrón geométrico en su interior (iris). Así podrás tener un contacto inicial con la tripofobia y saber que estas completamente a salvo.

Y tú, ¿conoces a alguien que tiene tripofobia y no sepa como tratar la fobia a los agujeros? Si es así, envíale este post para que tenga algunas ideas y conceptos sobre el miedo a los agujeros que quizá sean nuevos para él o ella. Quizá le estés abriendo una opción que ni siquiera sabía que existía para tratar la tripofobia en su caso particular. 😉

5 comentarios en “Tripofobia: Cómo entender y tratar fobias a los agujeros”

  1. Me parece que hay una omisión muy importante. No se trata sólo de «agujeros». Personalmente, mi caso se extiende a patrones «en relieve», en «salientes», digamos (como huevos de insectos puestos en concentraciones de patrones geométricos). La verdad que soy sensible casi hasta el vómito.
    Y también es cierto que ciertos agujeros como los panales o los girasoles, no me producen nada, en lo más mínimo.
    Las víboras tampoco me impresionan por sus dibujos; sí por el potencial venenoso. No les tengo pánico. Me pregunto desde cuando las personas padecemos esta fobia. He leído tanta literatura y no recuerdo haber leído casos de estos.

  2. Bueno mi caso es extremo no he podido controlar está fobia estas imágenes me afectan cada día más para mi vida social es tanta la ansiedad el miedo que quiero salir corriendo siento que tengo esos agujeros en la piel, me afecta el sistema nervioso, dificultad para respirar, náuseas me da comezón en el cuerpo. Esto es terrible

    1. Hola Diba, mi consejo solo puede ser uno en este caso: acudir a un psicólogo o psicóloga que viva cerca de ti para ayudarte de primera mano 🙂 De verdad, en el futuro lo notarás muchísimo la diferencia

  3. agradezco infinitamente este post y que no tenga imágenes, es casi imposible para un tripofóbico el analizar que le pasa sin enfrentarse a imágenes.

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