¿No tenéis la sensación de que el pesimismo se ha instaurado en nuestro pequeño gran mundo? Un mundo donde las emociones se convierten en emociones «globalizadas», donde nuestro sentimiento se expanden de manera viral y multidireccional. Vivimos en un mundo en crisis constantes, en crisis que se pueden transformar en oportunidades. ¿No creéis?
Hay muchas teorías que defienden que las crisis se manifiestan de manera natural a lo largo de ciclos, alternamos temporadas en las cuales se mantienen unas condiciones constantes y seguras; y otras temporadas caracterizadas por crisis, es decir, nuestro sistema de condiciones seguras y constantes se rompe y fractura… y se llega al momento en el cual debemos decidir que camino tomar.
Ese es nuestro momento. Esa es nuestra oportunidad.
Tiempos de oportunidades… ¿Se puede empezar?
En ocasiones las circunstancias que nos rodean se puede convertir en adversas o simplemente puede romper nuestro círculo de seguridad, podeís recordar de anteriores entradas que el círculo de seguridad es aquel círculo en el que nos movemos con total seguridad y confianza, son nuestras rutinas y hábitos. (Círculo de seguridad: nuestro espacio de confort).
Uno de los problemas más cotidianos, en Psicología Clínica, los trastornos de adaptación, junto a los trastornos de ansiedad y depresión. Los trastornos adaptativos se caracterizan porque la persona concibe una situación como potencialmente adversa y peligrosa y no puede afrontarla de manera adaptativa, no se puede adecuar al cambio.
Estos momentos de crisis se pueden afrontar como profundas adversidades o maravillosos desafíos. Todo esta en nuestra visión del mundo que nos rodea, solo podemos luchar o caer. Ese es nuestro destino.
Esa es nuestra elección.
Luchar… crecer y ser una persona dinámica y cambiante. Al fin y cabo, nuestra vida son nuestras elecciones, y nosotras- nosotros tenemos esa capacidad de decir que rumbo queremos tomar. Nosotras y nosotros forjamos nuestro destino y decidimos si las oportunidades de cambio que nos ofrece la vida tenemos que aprovecharlas o dejarlas escapar.
¿No crees? ¿Cómo ves la vida: cómo adversidad o cómo oportunidad?
No dudéis en dejar vuestros comentarios o dudas. Serán respondidos. Un abrazo muy grande.