He de decir que antes de empezar a estudiar la carrera de psicología, había barajado la posibilidad de hacer un curso de Coach. Aunque nunca me llegó a convencer del todo debido el precio, los métodos, y los lugares en los que se daban los cursos de coaching que había encontrado. En su mayoría se impartían dos o tres clases intensivas a la semana (aunque casi podría segurar que eran 2 veces al mes, hace ya unos años de esto y no estoy completamente seguro después de tanto tiempo) y se daban en un salón de hotel de esos que se alquilan para dar seminarios y conferencias.
Aunque ser Coach y el coaching me resultaba una idea interesante que podría considerar, el método no me parecía fiable ni de demasiada validez, así que quedó descartado para mi debido a eso.
¿Coach? ¿Coaching? ¿Pero qué es el coaching?
Para empezar vamos a aclarar que vienen a decir las palabras coach y coaching que tan raras pueden sonar a primera vista si nunca las has escuchado. Tocando la definición más breve posible, podemos considerar el coaching como una especie de entrenamiento y guía paso a paso supervisada.
Es decir, el coaching vendría a ser un proceso de entrenamiento con el objetivo final de alcanzar un fin muy concreto que suele estar al menos medianamente definido antes de comenzar.
Por otro lado está el término del Coach, el entrenador. El Coach es aquella persona encargada de supervisar el entrenamiento y asegurarse que todo se hace correctamente para alcanzar el objetivo final planteado. El Coach es el entrenador, generalmente es un profesional en su campo con buenos consejos y estrategias a seguir.
La tarea de un Coach es guiar e influir en la persona que está recibiendo el coaching. Se encarga de motivar para que no tire la toalla y suele ser un seguimiento cercano. El proceso del coaching y la relación con el Coach puede ayudar a que la persona adquiera una mayor seguridad y confianza en sí misma, más como un extra que como objetivo principal.
El coaching no es una sesión de psicología
La primera vez que escuché hablar de coaching me resultaba un término que asociaba directamente con la psicología, como si fuera una especie de terapia práctica. Ni que decir tiene que estaba equivocado al pensar eso, el coaching no tiene porqué estar relacionado con la psicología, aunque parezca de primeras que son cosas que van de la mano.
Como ya he dicho, no tiene porqué estar relacionado con aspectos que tocaría la psicología, el coaching perfectamente puede estar enfocado únicamente a conseguir un objetivo físico muy específico o a buscar una mejora en el mundo laboral. Mediante el asesoramiento y los consejos el Coach busca conseguir esa meta, pero dentro de unos parámetros establecidos.
Ni el coaching ni una sesión de psicología son la panacea que lo cura todo. El tratamiento que puede dar un psicólogo no es ilimitado, su campo de actuación está limitado. Puede tratar con éxito un problema de timidez extrema o ayudar a mejorar tu vida emocional pero no te ayudará a conseguir un índice de masa corporal perfecto.
Cada profesional tiene su especialidad, el Coach a mi modo de ver, está más enfocado al mundo profesional y de destrezas físicas. La ayuda emocional, mejor en manos de psicólogos.
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