Hoy, me gustaría con esta entrada aclarar dos términos que, por desgracia, se han convertido en más habituales de lo que quisiéramos en estos días que corren: la violencia doméstica y la violencia de género.
La violencia hacia las mujeres se ha convertido una gran lacra para el avance de la Igualdad y de la consecución de unos derechos reales hacia todas las personas por su naturaleza inherentemente humana, por una humanidad más humana y en la que no haya cabida para ningún tipo de discriminación por ningún razón. No hay sexos, edades, razas, pensamientos que justifiquen la violencia hacia las personas.
La violencia doméstica y la violencia de género
Es importante aclarar los términos diferentes y, que a veces se entremezclan, en esta problemática. Es importante saber la diferencia entre la violencia doméstica y la violencia de género.
La violencia doméstica es aquella que se ejerce en el ámbito doméstico, es decir, en el hogar que comparten esas personas. También es conocida como violencia intrafamiliar. Es la violencia derivada de una problemática familiar en la cual se emplea la violencia física o verbal, la manipulación, intimidación etc. Por ejemplo de unos hijos a su madre, o de la madre al padre etc.
La violencia de género o violencia machista es una problemática más estructural y global, es la violencia que se ejerce hacia la mujer por el propio hecho de ser mujer. Este tipo de violencia se mantiene por un sistema global, el patriarcado, en el cual se siguen manteniendo trasnochadas ideas sobre la sumisión de la mujer al poder del hombre.
Según una declaración de la ONU, en su Asamblea General de 1994 se definió la violencia de género como:
«…todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tiene como resultado posible o real un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coacción o la privación de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada».
La violencia de género es violencia machista
La violencia de género es una violencia machista y ataca los principios fundamentales de los Derechos Humanos. En nuestra sociedad se ha convertido en una lamentable lacra que nos deja una larga lista de asesinadas a lo largo de año.
Me gustaría, desde aquí, mandar todo mi apoyo a esas familias que sufren la pérdida de una hija, hermana, madre a manos de su asesino. En estas semanas en nuestro país se han producido varios asesinatos que han convulsionado a la opinión pública y a los corazones de las personas. Pero la violencia de género no es una noticia, es una realidad que, día a día, sigue costando el sufrimiento de miles de mujeres.
Hoy me gustaría recordar a una joven leonesa que falleció no hace demasiado tiempo. Simplemente recordar que «nuestro silencio nos hace cómplices» de esta lacra, que todos y todas debemos luchar para que se acaben las muertes.
La manifestación de la desigualdad en una sociedad es el mayor de sus atrasos.
Recordad… ¡nuestro silencio nos hace cómplices! Un abrazo a todos nuestros lectores y lectoras.
Gracias por seguirnos