La indefensión aprendida es uno de los grandes hitos o temas más estudiados de la Psicología Social, tanto en seres humanos como en todo tipo de animales.
Todas y todos hemos sentido esa sensación de frustración y nos cuestionamos si realmente importa algo el esfuerzo que podamos volcar, la motivación y las ganas sobre el resultado final.
Cuando durante consecutivas ocasiones no conseguimos realizar satisfactoriamente una actividad, las personas tendemos a sentirnos frustradas y reaccionamos pasivamente, desechando cualquier posibilidad de realizar de manera positiva la tarea, esto es lo que se ha venido denominando indefensión aprendida.
Hoy os traigo un ilustrativo vídeo para que podaís entender mejor el término. En él podemos apreciar como una profesora para hacer comprender a sus alumnas y alumnos qué es la indefensión aprendida, les induce la misma en apenas unos minutos.
¿PODEMOS INDUCIR LA INDEFENSIÓN APRENDIDA?
En Psicología se ha definido un término locus de control para definir la percepción que tiene el sujeto sobre si los acontecimientos y sus resultados son internos o externos a él.
Por ejemplo al realizar un exámen podemos atribuirlo a un locus de control interno, si creemos que es justa nuestra buena nota porque nos hemos esforzado y hemos estudiado muchas horas.
O por el contrario, podemos inferirle un locus de control externo si creemos que hemos suspendido por mala suerte o por alguna circunstancia externa al hecho de habernos esforzado o preparado la materia.
La indefensión aprendida surge cuando tras varios intentos y tras revivir, reiteradamente, una misma experiencia que nos resulta poco o nada agradable, no hemos conseguido el éxito. De esta manera, el sujeto aprende que su respuesta no influye en el resultado por lo que aprenderá que cualquier esfuerzo es en vano y mostrarán una actitud pasiva.
La indefensión aprendida está muy relacionada con trastornos depresivos y de ansiedad. Por ello, es muy necesario el estudio de este tema, así como entender la complejidad de este aprendizaje que nos impide actuar de manera activa y enfrentarnos a los problemas de la vida.
La pasividad actúa en nuestra contra, no debemos desechar nunca la oportunidad de poder cambiar el resultado final.
Esperamos vuestros comentarios o preguntas.
