El término estrés es ampliamente controvertido y ha sido objeto de estudio desde diferentes teorías. En anteriores artículos hemos hablado sobre este concepto en los cuales el estrés y ansiedad forma parte implícita de los mismos. Los tiempos que vivimos y la sociedad en la que nos desenvolvemos hacen que este tema esté en auge, el tiempo nos corroe minuto a minuto haciéndose consciente de que no somos capaces de abarcar todas aquellas cosas que quisiéramos hacer.
¿Qué es el estrés?
Me gustaría ceñirme a la descripción de este concepto que he plasmado en un artículo anterior que también os recomiendo si os interesa el tema (La relación entre el estrés y la salud: buscando el rendimiento óptimo):
¿Qué entendemos por estrés?
El estrés es una respuesta de nuestro organismo antes demandas tanto internas como externas que vemos como potencialmente dañinas, es decir, que nos resultan amenazantes y peligrosas para nuestra propia homeostasis. En este momento, nuestro organismo moviliza todos los recursos tanto a nivel psicológico, fisiológico como físico para poder afrontar tales demandas.
El estrés de esta manera se traduce en una interacción entre situaciones que nos son potencialmente estresantes o amenazantes y las características personales con las cúales vamos a afrontar dichas situaciones.
El síndrome general de adaptación al estrés (SGA)
El Síndrome general del adaptación al estrés de Selye recoge muchos planteamientos y los integra en un patrón de conducta y respuesta al que denomina con dicho nombre. Es un patrón de respuesta general ante un estímulo que consideramos potencialmente estresante. Dentro de este patrón podemos encontrar tres fases diferentes, secuencias que van apareciendo una detrás de otra y que conllevan unas respuestas diferentes por parte de nuestro organismo.
Etapas del síndrome general de adaptación (SGA)
Hay tres secuencias que se van sucediéndose en el síndrome general de adaptación (SGA):
- REACCIÓN DE ALARMA: Es la primera reacción que expresa nuestro organismo, la reacción filogenéticamente conocida como “lucha-huida“. Nuestro organismo no se encuentra familiarizado con el estímulo y presenta una reacción de alarma. Dentro de esta fase se produce dos etapas: la etapa de choque (etapa inicial e inmediata) y la etapa de contrachoque (defensa contra el choque, en la que se inicia una etapa de recuperación de la homeostasis propia del organismo).
- ETAPA DE RESISTENCIA: Si continúan en el tiempo las situaciones potencialmente estresantes, el organismo llega a esta segunda etapa en la cual el organismo es incapaz de mantener la reacción de alarma. Se mantienen los niveles altos de activación, pero sin estar en esta primera fase de alarma que prepara al organismo para responder. Mientras que en la etapa de reacción de alarma se pueden producir tanto emociones positivas como negativas, en la de resistencia sólo se producen emociones negativas. El organismo se va desgastando hasta llegar a la última de estas tres secuencias.
- ETAPA DE AGOTAMIENTO: si continúa la situación estresante nuestro organismo llega a esta última fase en la que se van consumiendo todos nuestros recursos y energías, nuestro organismo acaba agotándose incluso pudiendo llegar en situaciones muy drásticas a un estado de coma o muerte.
En definitiva, tened en cuenta el concepto de estrés así como su implicación con nuestra salud. Cuando seáis conscientes de que sufrís estrés no dudéis en tomar medidas. Aprovechad cada día para daros un respiro y para cuidaros a cada uno y cada una de vosotras. ¡Sois únicas e irremplazables! ¡Sois únicos y el tiempo no puede ir en nuestra contra!
Aprovechad esta semana y no dudéis en sonreír y comentarnos qué opináis en los comentarios. 😉
Un abrazo