El control de la respiración: o cómo mejorar nuestro control de activación

Hoy en día podemos asistir a un surgimiento de multitud de técnicas y procedimientos para aprender a respirar y mejorar nuestra capacidad pulmonar. Así mismo, podemos distinguir entre tipos de respiraciones que nos ofrecen una ayuda para rebajar nuestro nivel de activación y relajarnos; y otro tipo de respiraciones que nos ayudan a respirar para oxigenarnos mejor y mantener un nivel de activación alto.

Hoy os hablaré de los diferentes tipos de respiración y cómo podemos mejorar nuestro control de activación a través de la respiración.

Tipos de respiración: aprendiendo a respirar…

Podemos encontrarnos, en líneas básicas, con cuatro tipos de respiraciones que nos causarán diferentes efectos y que contribuirán a hacernos sentir mejor o peor, a tener la capacidad de controlar nuestra activación o sentir más descontrol y ansiedad:

  • Respiración clavicular o alta: este tipo de respiración es la que nuestro cuerpo utiliza cuando comenzamos a sentir ansiedad, se trata de una inspiración poco profunda y de intervalos cortos y rápidos ( conocido comúnmente como hiperventilación); utiliza la zona superior de los pulmones y podemos apreciar como nuestro hombros y brazos se suben acompasados por la inspiración y espiración rápida y superficial. Esta respiración se convierte en un círculo vicioso, alza nuestra activación y nos hace sentir más ansiedad, y al sentir más ansiedad, provocamos de nuevo la respiración alta.
  • Respiración intercostal o media: es quizá la más común, se trata de una inspiración que no llega a la zona baja de los pulmones y por ello no permite una amplía oxigenación. Este tipo de respiración está asociada a la actividad del SN simpático.
  • Respiración diafragmática: no es la más utilizada, y es aquella que debemos entrenar. Nos proporciona mayor sensación de calma y relajación, ya que reduce la activación de nuestro cuerpo que se traduce en una inspiración profunda abdominal y que llega a la zona baja de los pulmones. Esta respiración toma el nombre por el desplazamiento del diafragma, que regula cada inspiración y espiración. (Respiración profunda y relajada)
  • Respiración completa: es aquella que recorre cada parte del cuerpo y llena, al máximo, nuestro capacidad pulmonar. Pasa por cada una de las etapas anterior: clavicular, intercostal y diafragmática. Cada inspiración y espiración recorre cada parte de cuerpo traduciéndose en una suave elevación del cuerpo y distensión posterior.

Las técnicas de control de la respiración son, sin ninguna duda, uno de los procedimientos más sencillo, útiles y eficaces para el control de la activación. Es el procedimientos primordial para enseñar a una persona a controlar su nivel de activación, y poder mejorarlo.

¡Os espero en los próximos artículos!

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