Educar en igualdad es imprescindible.
Sí, totalmente imprescindible.
Educar en igualdad supone educar basándonos en la igualdad de oportunidades y en la libertad de elegir, en la libertad de que cada niño o niña pueda desarrollarse plenamente sin tener en cuenta prejuicios o estereotipos.
Debemos promover una educación igualitaria, apostando por juguetes, juegos y cuentos que acerquen y enriquezcan a niñas y niños y no perpetúen los roles discriminatorios por los que se establecen diferencias entre los niños y las niñas. Debemos ser libres para decidir nuestra propia vida sin que ser hombre y mujer nos impida elegir lo que deseamos, promoviendo la eliminación de los estereotipos femeninos y masculinos.
Si os interesa este tema, me gustaría recomendaros una página web que contiene un maravilloso material para trabajar el tema de la igualdad con las niñas y los niños: http://ellaberintodelaigualdad.wordpress.com/about/
¿Por qué La cenicienta que no quería comer perdices?
Porque es un cuento estupendo para compartir con los nuestros niños y niñas ¡y con más de una persona adulta, por qué no decirlo! Es un cuento que supone romper con muchos estereotipos que se llevan viendo en los cuentos más clásicos y que no hacen que perpetuar las diferencias entre las niñas y los niños.
Es importante educar en igualdad y hacer que nuestros niños y niñas crezcan en libertar de elegir qué quieren estudiar, a qué se quieren dedicar y qué quieren hacer con su propia vida.
Crítica y puntuación del cuento La cenicienta que no quería comer perdices
- ESCRITORA: Nunila López Salamero
- ILUSTRADORA: Myrian Cameros Sierra
- GÉNERO: Cuento, cuento infantil.
- PUNTUACIÓN: 9/10
- ENTRETENIMIENTO: 8/10 (Os aseguro unas buenas risas)
- DIFICULTAD DE COMPRENSIÓN: 2/10 (Para los más peque y para las personas más mayores)
- UTILIDAD PRÁCTICA: 10/10
¡Os recomiendo que se lo leaís a los peques!
Así mismo, estamos abiertos a sugerencias.
¡Un abrazo muy fuerte a todas y a todos!
Educar en Igualdad: recomendación para leer con niñas y niños: La princesa que no quería comer perdices