La fatiga mental es uno de los mayores problemas a los que enfrentamos en nuestra época. El esfuerzo constante, la adaptación a un mundo que se modifica a sí mismo a una velocidad cada vez más rápida, hace que nos gastemos mentalmente. Tener que adaptarse rápidamente, cumplir con horarios demasiado rígidos y el estrés que nos provoca sentirnos responsables gran parte de nuestro entorno nos llevan directamente hacia una fatiga mental que no debemos ignorar.
Por ejemplo, voy a mencionar aquí los datos de una encuesta que se realizó en Francia hace un par de años. En esta encuesta sobre la fatiga se vio reflejado que casi el 70% de los ciudadanos franceses decían despertarse cansados y no haber dormido lo suficientemente bien. Menos del 10% decían haberse despertado con frescura como suele decirse en España.
Lo cierto es que la fatiga mental y el desgaste que nos provoca este estado con el tiempo, es considerable y merece ser tenido en cuenta. Si bien es cierto que tener fatiga en algunas ocasiones es algo completamente normal y natural en el ser humano empieza a ser un problema sorprendentemente frecuente.
Es más, los problemas relacionados con el desgaste y la fatiga psicológica son un elemento de presencia recurrente en los gabinetes psicológicos. Al fin y al cabo, preguntarnos a nosotros mismos constantemente que debemos hacer, y tener al mismo tiempo demasiadas alternativas disponibles, puede llegar a hacer que nos bloqueemos y saturarnos mentalmente.
Después de todo vivimos en un mundo que está cambiando muy rápidamente, y debemos adaptarnos a ello incluso aunque los cambios no nos gusten. Este tipo de día a día puede llevar al desgaste en algunas ocasiones. A esto también se lo conoce como burn out.
¿Qué es el burn out o la fatiga mental?
Entendemos por burnout un estado de agotamiento físico y cognitivo, Se está transformando en una de las enfermedades más frecuentes en nuestra época. El fenómeno del burn out o fatiga mental se describió por primera vez en la década de los años 70 concretamente vinculada al trabajo excesivo realizado por los trabajadores sociales estos trabajadores sociales se veían sobrepasados a la hora de intentar ayudar a sus pacientes de manera efectiva, algo que hoy en día se ha llegado a propagar a todos y cada uno de los ambientes profesionales de los que nos movemos todos los días.
Hay que tener en cuenta que en este caso actual, parte del problema puede limitarse y reducirse con ayuda de las empresas. No es ningún secreto que las condiciones laborales de algunas o bastantes empresas olvidan el interés del trabajador y priorizan únicamente la ganancia de dinero.
Independientemente de que el trabajador tenga unas malas condiciones aún estando bien pagado, se enfrente a una situación laboral precaria llena de estrés y muy pocas días de descanso para poder desconectar y recuperarse. Estoy convencido de que puedes conocer perfectamente algún ejemplo de este tipo de trabajo en el cual lo importante son los resultados rápidos sin tener en cuenta el resultado final.
Este tipo de ambiente acaba por repercutir negativamente en nosotros un aumento de estrés o una disminución de nuestra autoestima junto con un agotamiento mental y físico son efectos habituales en estas situaciones.
¿Cuales son las causas del agotamiento mental?
Existen diferentes causas posibles para el agotamiento mental, aunque hoy en día el problema principal que nos lleva a un estado de desgaste emocional que termine reflejándose en un agotamiento físico, está relacionado con nuestra incapacidad de desconectar del mundo. Si bien cada vez vivimos mejor, esto no implica necesariamente que nuestras costumbres y de estos hábitos sean cada vez mejores.
Por ejemplo, nuestro estilo de vida actual Estar permanentemente localizados y disponibles para los demás hoy en día la norma es tener siempre el teléfono móvil o tu celular, para que puedan ponerse en contacto contigo todos tus amigos, compañeros de trabajo, familia, profesores de tus hijos por si sucede cualquier cosa…
En un mundo en el que constantemente estamos estimulados de una u otra forma, no nos estamos permitiendo descansar lo que acaba suponiendo un desgaste a nuestro cuerpo. Por este motivo cada vez son más frecuentes los viajes y las vacaciones de retiros espirituales. Buscando alejarnos del mundo moderno y permitir dos a nosotros mismos desconectar de todo. Podría decirse que más que un estado de agotamiento mental, es una fatiga social de la que necesitamos soledad para recuperarnos.
¿Qué es la fatiga mental?
La fatiga es un estado emocional que nos que nos provoca la sensación de tener una menor energía que en nuestro estado natural o normal. Se puede decir que la fatiga es la forma que tiene la mente de llamar nuestra atención y alertarnos de que algo está alterando nuestro Entorno.
Hay que distinguir también la astenia, el término médico para describir la fatiga, de la psicastenia, la llamada fatiga mental. En el caso de las chicas tenía o fatiga mental, esta puede deberse únicamente a eventos periódicos y frecuentes de estrés emocional y que tendrá un reflejo físico como por ejemplo tensión física y muscular., y un menor rendimiento a la hora de intentar localizar tu atención
Por supuesto también puedes sentir fatiga por un estado físico como puede ser estar enfermo. En este caso se puede distinguir porque si tienes una infección la fatiga para ir creciendo y acumulándose a lo largo del día.
Mientras que si tienes fatiga mental, esta empezará directamente desde el primer momento de la mañana seguramente acompañada de momentos de irritabilidad, problemas a la hora de mantener la concentración en alguna tarea en concreto y pocas ganas a la hora de realizar dichas tareas. En este caso, la fatiga suele ir siendo menor a medida que pasa el tiempo al contrario de lo que pasa con la fatiga física.
¿Cómo reducir la fatiga y el desgaste emocional?
En este caso, quiero darle un enfoque no terapéutico, sino una serie de consejos y recomendaciones que nos pueden ayudar a reducir y eliminar el desgaste emocional de la fatiga.
Si en tu caso en concreto siempre estás pensando en situaciones que han pasado y no puedes cambiar, pensando lo que podrías o no podrías haber hecho para mejorarla, Lo mejor son actividades que distraigan tu mente de manera activa. Lo ideal sería buscar una tarea que te exija concentración mental completa, de esta manera evitarás la rumiación de pensamientos que te desgasten emocionalmente.
Si empiezas a pensar en cosas que te quiten el sueño y te causan estrés y desgastan emocionalmente a la hora de irte a la cama, difícilmente vas a poder realizar alguna actividad que exija tu concentración si quieres dormir. En este caso, prueba leer algún tipo de novela o libro del género que más te guste, con el cual puedas quedarte dormido o dormida a medida que lo vas leyendo. Esto es una buena forma de mantener tu concentración, pero permitir que tu mente pueda poco a poco iré sé relajando y preparándose para dormir.
Si sientes que la fatiga te va llegando a lo largo del día a medida que el estrés va aumentando, una buena alternativa es realizar ejercicios de meditación. Realmente no necesitas mucho tiempo, existen ejercicios de meditación que pueden realizarse en muy poco tiempo, con 5 o 10 minutos puedes hacer una breve sesión de meditación. Después de todo la meditación tiene muchos beneficios tanto físicos como emocionales, lo que la convierte en una herramienta increíblemente útil a la hora de evitar la fatiga y el desgaste emocional y mental.