La rumiación de pensamientos: ¿Por qué nos empeñamos en complicarnos?

Las rumiaciones son pensamientos nocivos que no dejan de rondar por nuestras cabezas, es decir, se aparecen una y otra vez dando lugar a un sentimiento de frustración. Las personas que tienen rumiaciones siente a la vez la necesidad de pensar sobre dicho suceso y, a la par, la necesidad de dejar de hacerlo: se produce una lucha entre nuestros deseos de hacerlo y las ganas que tenemos de descansar nuestros pensamientos.

En el pasado ya hemos escrito sobre artículos hemos hablado de la rumiación de los pensamientos.Así que vamos a profundizar algo más en esas preguntas que nos hacemos cada cierto tiempo y que tanto estrés nos causan como… ¿Por qué nos complicamos y sufrimos dándole vueltas a los mismos pensamientos?  ¿Por qué nos empeñamos en pensar una y otra vez…?

La rumiación se materializa con el proceso rumiativo como un proceso de pensamiento estable y mantenido en el tiempo. La rumiación puede ser muy habitual en personas con síntomas depresivos o ansiosos, o que estén pasando por algún período depresivo, poniendo especial interés en el Trastorno de Ansiedad Generalizado. En este tipo de problemáticas el proceso rumiativo consiste en un procesamiento continuado de preocupaciones cotidianas de manera excesiva y que interfiere en nuestras rutinas cotidianas.

Más consejos para evitar la rumiación excesiva de pensamientos

En el anterior artículo de rumiación de los pensamientos os recomendé algunos consejos prácticos para evitar la rumiación. Hoy me gustaría apuntar algunos más que podrían ayudaros para evitar el componente nocivo y frustrante del pensamiento excesivo:

  • En algunas ocasiones, las rumiaciones pueden suponer una manifestación de una preocupación sin resolver. Si te preocupa algún pensamiento en concreto, parate a escucharlo. Puede ser una manifestación de un problema que debes resolver.
  • La mayor parte de las rumiaciones son desproporcionadas e interfieren en nuestras actividades cotidianas, utiliza algún tipo de conducta que interfiera con tu pensamiento, intenta buscar una conducta que te impida el pensamiento rumiativo y céntrate en ella.
  • Recuerda los múltiples beneficios de la meditación y de la relajación.
  • Y por último, ¡recuerda siempre que eres más fuerte de lo que piensas! ¡Tu mente eres tú!

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